Consulta con la comadrona
Este espacio está diseñado especialmente para acompañar a la mamá durante las etapas más importantes de la maternidad: el embarazo, el parto y el posparto. Aquí podrás contar con el apoyo profesional de la comadrona, quien estará disponible para brindarte información, orientación y resolver todas tus inquietudes en un entorno cálido y de confianza.


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Ejercicio moderado: Se recomienda actividad física moderada, como caminar, nadar o practicar yoga, para mejorar la circulación, reducir el estrés y mantener la flexibilidad.
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Fortalecimiento muscular: Ejercicios que fortalezcan la zona lumbar y el suelo pélvico, como los ejercicios de Kegel, son beneficiosos para prevenir dolor y facilitar el parto.
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Evitar esfuerzos intensos: Es importante evitar ejercicios extenuantes y actividades que puedan representar un riesgo para la madre o el bebé.

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Alimentación balanceada: Incluir una variedad de alimentos que aporten vitaminas y minerales esenciales para el desarrollo del bebé y la salud de la madre, como frutas, verduras, proteínas magras, cereales integrales, y grasas saludables.
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Aumento de calorías: Durante el embarazo, es necesario un incremento moderado de las calorías, pero siempre priorizando la calidad sobre la cantidad.
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Ácido fólico y hierro: El ácido fólico es fundamental para el desarrollo del cerebro y la columna del bebé. El hierro ayuda a prevenir la anemia, que es común durante el embarazo.
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Hidratación: Mantenerse bien hidratada es clave para el funcionamiento óptimo del cuerpo y la producción de líquido amniótico.

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Sueño reparador: Dormir entre 7-9 horas diarias es crucial para la salud de la madre, ya que el embarazo puede aumentar la fatiga.
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Posición al dormir: Dormir sobre el lado izquierdo puede mejorar la circulación sanguínea y el flujo de nutrientes al bebé. Evitar dormir boca arriba, especialmente en el tercer trimestre, para prevenir la presión sobre la vena cava.
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Ambiente adecuado: Un espacio tranquilo, oscuro y cómodo puede ayudar a mejorar la calidad del sueño.

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Manejo del estrés: Técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda o la música suave, pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad durante el embarazo.
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Apoyo social: Mantener contacto con familiares y amigos y, si es necesario, consultar con un terapeuta o especialista en salud mental para tratar cualquier preocupación emocional.
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Tener expectativas realistas: Aceptar que el embarazo trae cambios físicos y emocionales puede ayudar a evitar presiones innecesarias y disfrutar más de esta etapa.